¿Adivináis qué pasa entonces? Que espera a la salpicadura oportuna para crear una obra de arte que podría responder a la pregunta que muchos nos hacemos acerca de cómo se ve la música, captura fotografías en alta velocidad de las figuras que emergen a consecuencia de la pintura danzando en sintonía con las vibraciones de la música.
Después de experimentar durante seis meses y más de 70 litros de pintura el resultado son unas impresionantes fotografías. Podéis verlas aquí entre otras muchas.
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