Así se llama el fenómeno polaco que hace las fotos más idílicas, probablemente, que yo haya visto en mi vida. Parecen increíbles, absolutamente de cuento.
Para lograr estas fotos, en La Toscana italiana y la Republica Checa, Sobas se acerca a los paisajes usando un teleobjetivo, que le permite capturar un espacio reducido del paisaje logrando unas fotos bien recortadas, pero a gran escala con una aplicación muy especifica, con lo que logra crear la ilusión de que las fotos que observamos no son reales, ya que las hace parecer pinturas.
Os dejo aquí una de mis favoritas. Si queréis ver más, que no lo dudo, en éste enlace tiene una galería.
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