El director barcelonés, que entre muchos premios y reconocimientos contaba con un Goya por su trabajo detrás de las cámaras en Amantes, película que también se llevaba el premio al mejor largometraje, pertenecía a la llamada Escuela de Barcelona, que intentaba romper con el cine imperante en los años 60, huyendo de lo políticamente correcto.
Vicente Aranda debutaba en 1965 con Brillante porvenir, una película co-dirigida por Román Gubern. En 1988 conseguía su primera nominación al Goya por El Lute (Camina o revienta). Demostró estar muy avanzado a su época con películas como Cambio de sexo. Otras de sus películas son La muchacha de las bragas de oro, Tiempo de silencio, Si te dicen que caí, La pasión turca, Libertarias, Juana la Loca, Carmen, Tirante el Blanco, Canciones de amor en Lolita's Club o Luna caliente, su última película.
Se dedicó también a la televisión y con la serie Los jinetes del alba recibió en 1991 uno de los premios otorgados por el Festival Internacional de Programas Audiovisuales.
Su gran musa fue Victoria Abril, con la que trabajó en doce ocasiones, algunas de las cuales la llevaron a las nominaciones en los Goya.
Entre los últimos galardones que recibió figuran el Premio de Honor a su carrera del Sevilla Festival de Cine Europeo (2010), el Premio Sant Jordi (2011) y el Premio Honorífico del Festival Internacional de Cine de Gijón en reconocimiento a "toda su carrera" artística".
Tenéis más información aquí y aquí.
Descanse en paz, maestro.
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