Juan Herrera junto a Miguel Ángel Coll daban vida al CHINO CUDEIRO y al resto personajes de aquel programa de Telecinco. Herrera es una leyenda viva de la televisión y la radio. Se gana la vida inventando formatos, a menudo pioneros y exitosos.
Suyos son, por ejemplo, el primer programa despertador de la radio en España, Jack el Despertador, El Juego de la Oca, Goles son amores, Inocente, inocente, El Club de la Comedia o El Hormiguero.
Es autor, además, de varias obras de teatro, documentales, museos, festivales y libros, como el que va a publicar sobre la historia del crucifijo.
Según comenta en ésta entrevista, que tenéis que leer entera, algo que hacíamos mucho en los guiones del programa, dedicar personajes a compañeros que trabajaban con nosotros, y así fue como nació el Chino Cudeiro. Explica también que el programa original lo usábamos como punto de apoyo, y entonces el resultado final no tenía nada que ver con el programa japonés.
"La primera reacción de Takeshi Kitano fue enfadarse porque habíamos destrozado su programa, pero después se lo explicaron y le encantó y quiso conocernos".Está convencido de que comparando el canal actualmente, la primera época de Telecinco era maravillosa [...] Vivíamos una revolución a nivel de iluminación [...] Pero a la vez era todo muy precario.
Actualmente trabaja en El Hormiguero, que lleva en antena casi diez años, un programa que si no lo ves no te lo pueden contar. Si nosotros dejamos de hacerlo, nadie más será capaz de hacerlo porque nadie está tan loco [...] Surgió cuando nos dieron la oportunidad de hacer un programa creativo con el que la cadena quería diferenciarse del resto [...] Lo hacemos unas 120 personas y cuando vamos a ferias internacionales nadie lo cree porque calculan el doble de gente, que es como lo harían en cualquier país. Se hace con mucho esfuerzo humano, sacrificio y dolor. Trabajamos de manera salvaje, siempre en el filo.
Destaca también que en España no hay un público entrenado, selecto y culto porque no interesa. La industria quiere producir barato y sencillo porque si eleva el nivel de calidad, el público discrimina y exige. Lo ven como un problema de rentabilidad. Pero, al mismo tiempo, en momentos de crisis las empresas arriesgan. Lo hacen cuando no hay dinero y en época de bonanza son conservadoras. Es la parte buena.
Insisto, la entrevista completa la tenéis aquí, no os perdáis detalle.
Y a los más nostálgicos os dejo ésta joya de tres minutillos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario