Y la culpa la tuvo, al parecer, su hija, que con tres años le preguntó porqué no podía ver inmediatamente la fotografía que acababa de tomarle.
Así empezó la mentalidad de la inmediatez, de ver tu foto al instante. Qué tontamente, ¿no? Si no fuera por la espontaneidad de los niños probablemente no estuviésemos hablando de esto precisamente hoy, día en que
se cumplen siete décadas de aquel día en que Edwin Herber Land (1909-1991) presentó ante la industria su histórica Polaroid Land Camera, capaz de revelar y pasar a positivo una imagen en tan solo 60 segundos.
Tras una vida dedicada a su preciado filtro polarizador sintético, aquel 21 de febrero de 1947 nació la leyenda de las Polaroid, que en pocos años pasaron a formar parte de la vida cotidiana (+info).
Más tarde, en 1963, se introdujo la película a color instantánea, algo que consolidó la marca de la mano, también, de artistas mundialmente reconocidos como Ansel Adams y Andy Warhol, absolutamente rendidos ante los encantos de la Polaroid.
Desde entonces la familia Polaroid no ha hecho más que crecer y evolucionar.
En 2014 se lanzaron al mundo digital con la Polaroid Cube, una cámara de acción de 35 mm con capacidad de video en HD, y hace no muchos meses salía la Polaroid Snap Touch.
A día de hoy está entre esos grandes inventos que permanecerán imborrables en películas, canciones y, por qué no, también libros.
Mis mejores recuerdos de niña, como los de algunos más me imagino, los capturó una cámara instantánea.
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