Cuando parece que está todo inventado aparecen las fotolateras y hacen esto.
¿Y qué es esto? Pues esto es una fotografía "disparada" con una lata, sí, una de esas latas que generalmente están condenadas a la basura o, con suerte, al reciclaje. Probablemente alguna de estas.
Autorretrato de las fotolateras |
A día de hoy se ha convertido en una filosofía de vida: "hacer fotografías con latas nos ha cambiado todo", comenta Barcia. "En un momento como el actual, de prisas y color, la vuelta a lo lento, al pensamiento y al blanco y negro nos atrajo desde el principio".
Estas artistas ya han recorrido más de treinta ciudades de todo el mundo con su alijo de latas. Su técnica es la fotografía estenopeica, la cual permite realizar imágenes sin utilizar lentes u objetivos con cámaras generalmente artesanales, en este caso, latas.
La luz entra por un pequeño orificio (estenopo) y viaja a través de la lata, pintada de negro, hasta crear la imagen en un papel sensible.
Espejos cubiertos de fotografías, una luz roja portátil... sus laboratorios suelen ser improvisados espacios de trabajo en los baños de los hoteles en los que se alojan, algo tal que así.
"No nos gusta el verbo disparar, decimos vamos a cocinar, porque es más parecido a ese verbo", señala Lola. Pues cada imagen les toma unos 15 minutos de "cocinado".
Ahora han publicado 60 segundos de luz (Ediciones Canibaal), que es el tiempo medio de sus exposiciones. Un libro en el que las artistas valencianas presentan una recopilación de imágenes, anécdotas y todos los secretos de su primitiva técnica.
Como véis, unas imágenes con un aire añejo que las hace realmente especiales. Ideales para despedirnos del 2016, un año, ya, añejo.
Podéis encontrar más detalles aquí y aquí, y, por supuesto, en su página web, en la que además de poder ver toda la galería hasta nos explican qué es una fotolata.